viernes, 21 de septiembre de 2012

5 COSAS QUE PUEDEN ARRUINARTE UNAS VACACIONES



La ecuación era perfecta… o al menos así lo parecía en nuestras cabezas: verano, sol, calor y diez días a nuestra entera disposición para disfrutar dónde y cómo quisiéramos. Es más: ya teníamos todo organizado desde hacía varios meses: nuestro destino de vacaciones, el hotel donde nos quedaríamos, qué excursiones haríamos y hasta, inclusive, habíamos imaginado que souvenirs traeríamos de regreso. Sin embargo, “algo” atentó contra nuestros idílicos planes y las cosas no resultaron como fueron planeadas. ¿Alguna vez te ha sucedido? He aquí nuestro listado de las 5 cosas que pueden arruinarte unas vacaciones:


Demoras y cancelaciones en el aeropuerto: Mal tiempo, una huelga sorpresiva de los pilotos o de los operadores de la torre de control o simplemente que el avión aún no está listo son algunas de las razones por las que podremos tener que esperar más de lo previsto en un aeropuerto. Leer un libro o una revista, pasear por el free shop o tomar algo en la confitería son alguna de nuestras opciones para pasar el rato.
 ¿Y el sol?: Hartos de estar rodeados de asfalto, vehículos y ruido decidimos pasar nuestras vacaciones en unas paradisíacas playas para únicamente dedicarnos a tomar sol, descansar sobre la playa y regresar con un envidiable tono caribeño en nuestra piel. Pero aparentemente el sol no se enteró de nuestros planes ¡Y en nuestro lugar de destino no para de llover! Conclusión: volvemos más aburridos, cansados y blancos de lo que nos fuimos. ¡Uf!

  




 Del dicho al hecho…: Hay un largo trecho, dice el refrán. Y el hotel donde nos hospedamos parece confirmarlo. Nuestra habitación no se parece en nada a lo que vimos en la página web del hotel y la piscina que parecía olímpica es apenas un poco más grande (y cuadrada) que nuestra bañera. El servicio a la habitación no existe así que ni siquiera vamos a poder disfrutar de un desayuno en la cama.


Nos Olvidamos El Protector Solar, la Malla, etc.: Ya nos habían advertido de no armar el bolso a último momento pero no pudimos evitarlo. Hacerlo antes fue imposible y no quisimos desaprovechar ni un solo día de nuestras vacaciones. Conclusión: al llegar nos damos cuenta de que nos olvidamos más de la mitad de las cosas que necesitamos y debemos averiguar en dónde conseguirlas.

 ¿Y la paz y tranquilidad?: Nos aseguraron que era un lugar paradisíaco, que estaríamos solos en el mundo. Pero nadie nos avisó que justo en esos diez días elegidos para descansar y desenchufarnos se organizaba un festival internacional muy promocionado y que todos los turistas se acercarían a disfrutarlo. Nuestro espacio vital en la playa se redujo a unos escasos centímetros y extender la lona es una misión casi imposible.

 

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